Por Pato Robledo
“Why to do good if you can do better?”
Como seguramente a muchos nos pasa, cuando se acerca el fin de año, nos ponemos un poco más pensativos y analíticos y en mi caso, me puse a pensar en lo que fue este 2020, en lo que estamos viviendo ahora y en lo que vendrá en el 2021. El resultado es que estoy completamente convencido de lo que quiero y eso es que la “normalidad” NUNCA regrese.
Me refiero a esa “normalidad” en donde el mundo es apático, en donde se agachan las miradas y no se dice lo que se piensa ni lo que se siente y mucho menos en donde no se busca confrontación ni salir de la zona de confort por no incomodarse uno ni a los demás. A esa “normalidad” en donde lo importante es el qué y el cómo pero no el porqué y nos concentramos en cosas banales sin sentido que nos hacen confundir lo aparentemente importante con lo urgente o lo de moda. A esa “normalidad” en donde uno no hace lo que le gusta ni lo que le apasiona, sino lo que la vida lo llevó hacer y que no le permite darse una pausa para replantearse. A esa “normalidad” en donde lo normal es estar todo el tiempo conectados sin realmente conectar, en donde el cubrebocas no sólo cubre el habla, sino que tu voz.
El año que está por terminar, nos dará varias lecciones de vida a todos y cada uno de nosotros en nuestras diferentes burbujas, sin importar el tamaño de la empresa, giro, si es negocio propio, si eres dueño, empleado, el puesto, salario, ubicación, ni absolutamente nada. Es un momento tan especial en la historia de la humanidad que nos brinda la oportunidad de generar conciencia de lo que realmente importa, de regresar al back to basics y de revalorar lo que hoy en día nos tiene aquí que, sin miedo a equivocarme, les puedo asegurar que en la gran mayoría de nosotros es la familia, la salud y los buenos amigos.
Este 2020 nos mostró de qué estamos hechos, nos alejó de nuestra vida cotidiana, pero nos acercó a nuestra vida interior. A mi en particular me acercó con amistades que de pronto y de la nada, nos reencontramos no sólo con el gusto de saludarnos, sino con las ganas y la intención de ayudarnos, de realmente saber cómo estamos y de ver de qué manera podemos crecer en conjunto. Así mismo, me abrió los ojos (en muchos sentidos) de no prestar atención a lo que no suma y mucho menos a lo que resta y me permitió enfocar toda mi energía en perseguir mis sueños y luchar por ellos.
Sé que muchos estamos así, y es momento de aprovecharlo, capitalizarlo y sobre todo saberlo comunicar para efectivamente conectar con nuestras audiencias. Ya sea pareja, familia, amigos, clientes, empleados, proveedores, industria, gobierno, o como le quieras llamar, todos estamos en un nivel de conciencia más elevado en donde ya no queremos más de lo mismo, buscamos lo real, lo auténtico y lo genuino con lo que nos podamos identificar. Les comparto este gran ejemplo de DUREX de su campaña “Let’s no go back to normal” en donde lograron comunicar de manera brillante justo lo que comento en este artículo y le dieron la vuelta por completo a la pandemia con su mensaje logrando realmente conectar.
El mundo nunca había estado más listo para el cambio y tú… ¿Quieres regresar a la normalidad?
