Por Pato Robledo
Es de conocimiento popular que la comunicación no sólo depende de lo que dice sino de cómo se dice. Por alguna extraña razón, todo el mundo cree que la comunicación no verbal es la que más peso tiene, sin embargo, esto es falso. De hecho, hay quien asegura que equivale hasta un 90% de la comunicación en general, pero de acuerdo con Sergio Talavera, Director General de CEREbranding, esto ha sido una mala apreciación de un estudio realizado por Albert Mehrabian de la UCLA en donde publica que, en casos de comunicación poco clara o difusa, lo no verbal es mucho más importante que lo verbal y que tiene más impacto. Sin embargo, su experimento lo realizó con una muestra no representativa y sus palabras han sido distorsionadas a través de los años.
El día de ayer, durante el último debate presidencial entre Donald Trump y Joe Biden para las elecciones 2020, presenciamos un claro ejemplo de una buena práctica de comunicación, lo cual nos permite hacer un análisis muy claro y profundo sobre las palabras, los mensajes, la postura, el tono, la intención, el ritmo y de las reacciones vs las acciones. El ambiente fue clave para el desarrollo óptimo del debate, así como la muy acertada participación de la moderadora Kristen Welker quien funge como corresponsal de la casa blanca para NBC News.
De lo más rescatable del debate en relación con la comunicación, sin estar a favor o en contra de ninguno de los dos partidos (Republicano y Demócrata), fueron los siguientes puntos:
- Preparación y elaboración de discurso. – Ambos contendientes se notaban claramente preparados para el debate. Buscaban destacar sus fortalezas, así como hacer notar las debilidades del opositor. Esto se logra a través de un trabajo previo de análisis donde se elabora un discurso introductorio, uno de cierre, se determinan los key messages (con los que se debe ser consistente durante todo el debate) y se trabajan preguntas complicadas y ataques posibles con respuestas “puente” que permitan regresar a tus fortalezas. Adicionalmente, se tienen desarrollados talking points que se deben cubrir a lo largo del debate, los cuales deben ser pensados estratégicamente para llegarle a los diferentes públicos / votantes.
- Mensajes clave. – Durante el debate, ambos candidatos dieron mensajes fuertes y estructurados, sin embargo, Joe Biden hizo un cierre extraordinario en donde logró generar una gran recordación y le dio herramientas a la audiencia para citarlo de una manera corta y precisa con frases contundentes como “Science over fiction” y “Hope over fear”. Por lo contrario, Trump dedicó este espacio para atacarlo y lejos de dejar un mensaje clave de él hacia la audiencia, dejó un gran hueco que definitivamente no supo aprovechar.
- Tono, postura y ritmo. – Para sorpresa de todos, Trump manejó un tono muy amable y ritmo elocuente, cuando por lo general, es todo lo contrario. En el caso de Biden, su tono a pesar de ser amable y noble puede llegar a ser un poco monótono y talvez por los nervios o la presión, estuvo trastabillando constantemente lo cual comunicó incomodidad y frustración al no poder fluir con sus ideas. Al final del debate, Trump perdió un poco el control y nos dejó ver un su verdadero carácter en donde se vuelve más reactivo. En cuestión de postura, la de Trump por lo general es arrogante, viendo de arriba hacia abajo y haciendo muecas en donde a veces muestra gran seguridad y en otras, incomodidad. Durante el debate se le notó varias veces inclinado y totalmente recargado sobre el atril, lo cual comunica inseguridad y por lo contrario Biden, se le notó la mayor parte del tiempo erguido, aunque también en varias ocasiones apoyándose un poco en el atril y en una ocasión consultando su reloj como para revisar cuánto tiempo faltaba, lo cual comunica que tenía prisa en que se terminara o que se le había hecho muy largo.
- Intención. – La intención va muy de la mano de la personalidad de cada uno y en el caso del debate se pudo ver claramente. Biden se ha posicionado como una persona humana que está preocupado por las personas y sus vidas a quienes busca persuadir, mientras que Trump se ha posicionado como un hombre de negocios preocupado por la economía y el trabajo de las personas a quienes busca ordenar y convencer. El contacto visual de Trump hacia la audiencia (cámara) fue muy poco mientras que el de Biden fue mucho más certero en mensajes clave, aunque también desperdició varias ocasiones viendo a la moderadora. El contacto visual siempre ayudará a generar empatía y conectar con tus audiencias.
- Ambiente / contexto. – El ambiente es sumamente controlado. Desde el montaje, los asistentes, acompañantes y el formato de preguntas y respuestas con tiempo y moderador, por lo que por esta parte están en igualdad de circunstancias. En términos del contexto y su desenvolvimiento nos da otra lectura ya que desde la entrada Biden porta su cubrebocas y lo retira arriba del escenario mostrando empatía y nuevamente Trump no lo tiene puesto, lo cual comunica una resistencia a acatar protocolos y a imponerse. Durante el debate, Biden reacciona siempre con una sonrisa a los ataques o argumentos de Trump, comunicando incredulidad más no enojo, aunque cuando se cansa de la misma reacción o necesita pensar y respirar, se agacha a tomar apuntes y descansar del contacto visual. Trump por más que intenta controlarse, termina haciendo muecas y gestos que comunican siempre su verdadero estado de ánimo como el enojo, frustración, así como también tranquilidad y empatía. Es decir, su rostro siempre comunica lo que realmente está sintiendo, aunque sus palabras no lo respalden.
En fin, existen miles de factores a analizar tanto de la comunicación verbal como de la no verbal. Sin embargo, citando nuevamente a Sergio Talavera y que, a mí, en lo personal, se me hace la manera más clara de explicarlo es que: “lo verbal y no verbal viajan de forma paralela, una aporta exactitud, la otra intencionalidad.”