El arte de comunicar de forma estratégica

Por Áxel Dávila

En el mundo de la comunicación siempre se suele decir que lo que no se comunica no existe. Esta es una verdad absoluta y sólo habría que agregarle que lo que no se comunica, o se desconoce, o se interpreta. Es por ello, que, para el éxito de un proyecto, empresa o incluso, emprendimiento, es clave conversar con los públicos clave y saber qué se busca comunicar y que posicionamiento se quiere conseguir con cada una de las audiencias clave.

Como no podía ser de otra forma, sólo comunicando se logra que otras personas conozcan las iniciativas y esfuerzos, sepan de qué va un proyecto o negocio y posteriormente lo recuerden. Sin embargo, quedarse en el Top of Mind de las personas, no es una tarea sencilla dado que vivimos en una época marcada por el exceso de contenido e información: la época de la infoxicación.

Una manera para destacar y lograr conectar con nuestras audiencias, consiste en definir una clara línea de comunicación y, en primer lugar, identificar el reconocimiento que se espera conseguir y los mensajes que se busca que recuerden los públicos. Comunicar en sí, es un arte que se basa en un proceso subjetivo marcado por infinidad de variables que pueden moldear el mensaje y alterar el resultado final: entendimiento del mensaje y/o recordación del mismo y/o respuesta al llamado a la acción.

Comunicar consiste en llevar a cabo un proceso que se basa en intenciones y en acciones, en el que no siempre el emisor logra transmitir de la mejor manera sus pensamientos e intenciones. Una cosa es lo que se cree que se debería decir y otra lo que se sabe decir, pero incluso, una vez ya definido lo que se quiere y piensa decir, no siempre se termina diciéndolo.

Lo mismo pasa del otro lado de la ecuación con el receptor, una cosa es lo que se percibe al escuchar un mensaje y otra lo que se comprende. La complejidad no queda allí, sino que una vez el emisor comprende el mensaje, empieza su propio juicio de valor que suele estar marcado por factores subjetivos y emociones. “¿Me lo creo?, ¿Estoy de acuerdo?” son algunas de las dudas que pasan por la cabeza del receptor. Incluso, una vez ya respondidas estas interrogantes, viene el momento de que la información procesada luche contra otros mensajes y distracciones para lograr quedarse en el Top of Mind de cada persona y que la misma recuerde lo comunicado e incluso, vaya más allá y actué de acuerdo con lo deseado.

En fin, comunicar es una tarea complicada, sin embargo, existen metodologías y aproximaciones que permiten comunicar de forma estratégica. Una de ellas, consiste en primero definir ejes de posicionamiento que resuman de manera sencilla la imagen que se desea transmitir/comunicar y los atributos tangibles de la empresa, proyecto o emprendimiento. Dichos ejes, deben encontrarse sustentados por mensajes clave o talking points que son pequeñas frases correctamente construidas en términos gramaticales con argumentos factuales y data dura que buscan transmitir/comunicar solo una idea.

Entonces, ¿Cómo podemos empezar a trabajar nuestros ejes de posicionamiento y definir que mensajes clave queremos transmitir?

  • Lo primero, es tener muy claro cual es la naturaleza del proyecto/empresa/emprendimiento y lo que persigue o como se suele decir, el punto de dolor o necesidad que busca solucionar.
  • Una vez definido esto, lo siguiente es detectar todos aquellos aspectos que son diferenciales con respecto a otras opciones similares o que pueden solucionar de otra forma la misma necesidad.
  • Lo tercero, consiste en dotar de sustancia a los mensajes mediante data dura y argumentos factuales que hagan que los mismos estén fundamentados y no sean “meras opiniones”.
  • Por último, debemos identificar bien a quién le queremos hablar, es decir, cuáles son nuestras audiencias clave y entender entre otras cosas sus características demográficas y psicográficas y sus comportamientos y hábitos. Solo de esta forma, podremos segmentar nuestra comunicación y adaptarla con mensajes dotados de argumentos y data que resuene con cada uno de los públicos clave y lograr así una sincronía total entre emisor y receptor donde el emisor logra que el receptor actué de acuerdo con sus intenciones y deseos.

Comunicar es una tarea compleja y compuesta de muchas capas, es más, antes que comunicar y/o hablar, siempre es recomendable y necesario escuchar y entender. No obstante, antes de escuchar y comunicar, es vital debe definir a lo interno qué eres, de qué quieres hablar, qué te diferencia de otros y con quien vas a hablar. Es solo de esta forma, que podrás preparar un discurso y relato corporativo que cuente con mensajes cargados de sustancia que apelan tanto a la emotividad como al razonamiento. Es en este momento cuando se empieza a dominar el arte de comunicar de forma estratégica.

Comparte!

Share on facebook
Share on google
Share on twitter
Share on linkedin
Share on pinterest
Share on print
Share on email