Procrastinar es inevitable… aprende a hacerlo productivo.

Por Carolina Genis

Comunicarnos, relacionarnos, desarrollar planes, estrategias, ideas y dar buenos resultados, exige que nos enfoquemos y trabajemos con claridad mental, pero… ¿Te ha pasado que tienes que entregar tu plan de comunicación, preparar una propuesta, hacer una presentación o cualquier cosa que requiera tu concentración y creatividad y de plano no sabes por donde empezar aún cuando dominas perfecto lo que tienes que hacer?

A todos nos pasa alguna vez (o varias) en la vida, que la creatividad no llega y lo peor es que generalmente esto pasa cuando más la necesitamos. Las fechas de entrega se acercan y mientras menos tiempo te queda, la presión crece junto con el bloqueo mental. Borras, buscas, escribes e inevitablemente en algún momento, empiezas a procrastinar, esto pasa porque tu cabeza está en otra cosa, no has descansado lo suficiente o lo que tienes que hacer es muy importante para ti y quieres hacerlo perfecto y puede darte un poco de miedo no lograrlo. En este caso tu mente hace todo por evadirlo mientras te convence que en “un ratito” seguro se te ocurrirá algo mejor.

“Procrastinar” significa aplazar responsabilidades, deberes o tareas y realizar otras actividades irrelevantes para evadir lo que debemos hacer. Estas actividades irrelevantes no son necesariamente placenteras, cualquier cosa sirve para evadir y nuestra mente es muy creativa cuando de procrastinar se trata y entonces empiezas a hacer algo como esto:

Te paras por un café, regresas a la computadora, lees tus mensajes, los respondes, empiezas a trabajar, te llega un correo, te paras, le llamas al que te mandó el correo, te vuelves a poner a trabajar, tu cabeza te dice: ¿Por qué no pones una carga de ropa en la lavadora?, vas y pones la ropa… y así sigues, hasta que ya no te queda tiempo y ahora sí, tienes que correr.

¡Detente! De verdad tienes que parar, si estás bloqueado, no te presiones, date tiempo para aburrirte. Cuando estamos aburridos nos llegan muy buenas ideas. Te aseguro que funciona, pero hazte un favor y aléjate de las pantallas, no te pongas a revisar tus redes sociales ni a ver videos en YouTube, esto sólo te bloqueará más porque sólo lleva tu mente hacia otro lado y lo que queremos lograr es que tu mente decida hacia adónde ir.

La instrucción es simple, tómate un tiempo para no hacer nada. ¿Te ha pasado que en una noche de insomnio, mientras das vueltas en la cama tratando de conciliar el sueño, te llegan unas ideas tan buenas que son dignas de levantarse y anotarlas?  Pues la idea es que te pase algo así, entonces puedes hacer algunas cosas que te permitan despejar la mente como salir a caminar, contemplar desde tu sillón una mancha en el techo, haz crucigramas, arma un rompecabezas. Tengo una amiga a la que le funciona divinamente el ponerse a dibujar mandálas. A mí me funciona escribir sobre cualquier cosa que me guste, también recostarme a escuchar música clásica, también puedes optar por dormir una siesta o cocinar tu platillo favorito.

Si te llegan ideas durante tu descanso mental y consideras que son buenas, anótalas, déjalas ir y regresa a tu descanso.

Estos espacios, le permitirán a tu mente relajarse, puede ser que mientras te aburres te lleguen ideas increíbles o no, pero al momento de regresar a tomar tu asiento y ponerte a trabajar, tendrás mucha más claridad y podrás continuar con tus tareas importantes.

La comunicación, requiere tu atención total y claridad mental para poder transmitir el mensaje correcto. No te imaginas la cantidad de errores y las catástrofes que se han armado por distracciones al momento de comunicar. Como en el caso de Volkswagen México en 2015, no sabemos si el responsable de las redes de VW estaba procrastinando o no, pero nos queda claro que su mente estaba en otra cosa.

¿No crees que al community manager, le pudo haber hecho bien tomar una pausa?

Procrastinar no es tan malo si lo hacemos bien.

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