Por Fer Landa
Llevamos años escuchando en las tendencias de marketing a los famosos influencers, esos personajes famosos en redes sociales que tienen cientos, miles o millones de seguidores, desde YouTube hasta el reciente tik.tok
En algunos casos se debe a que son celebridades que aparecen en películas o en programas de televisión, deportistas destacados, cantantes y modelos, que su fama traspasa a las redes sociales. También existen influencers que su éxito en las redes es debido a que generan contenido de valor para un segmento especifico ya sea porque son especialistas o tienen vasta experiencia en viajes, moda, entretenimiento, cultura, belleza, política, música, gastronomía, videojuegos por mencionar algunos tópicos, y sus posts tienen relevancia y credibilidad para el segmento que los sigue, como lo dice su nombre, influyen en conductas o imágenes. Éstos son los denominados microinfluencers.
Sabemos que existen los influencers (no es un concepto nuevo) y algunos emprendedores temen utilizarlos en sus estrategias de venta y posicionamiento, imaginándolos como algo complicado para aplicar a sus negocios. De bote pronto pensamos en influencers y lo asociamos como caro o inalcanzable, la idea no es buscar a estos influencers famosos que para un presupuesto de un emprendedor promedio puede significar una gran inversión, lo que me refiero es acercarnos a los microinfluencers de nuestra comunidad que a través de sus círculos y redes sociales nos pueden ayudar a posicionar un negocio, servicio, producto o propiedad.
Si contamos con un presupuesto para asignar a los influencers, estos microinfluencers que ya se dedican al “bloguerismo” que reciben honorarios o intercambios por publicaciones, por lo general son más fáciles de contactar que las celebridades, vía email o mensaje directo. Donde podemos negociar de forma directa para que conozcan y puedan dar una opinión de nuestros servicios.
También un microinfluencer (obvio más micro) puede ser el director de una empresa con credibilidad en su nicho, nuestra amiga que genera contenido diario sobre cómo cuidar nuestra piel, el primo que sube reseñas sobre los mejores restaurantes de la zona; estos ejemplos los podemos aterrizar a nuestros contextos complementando a nuestra estrategia de marketing personas que nos ayuden al posicionamiento y a mejorar la imagen de nuestros negocios.
La mejor publicidad es la que nos recomienda un amigo y estos microinfluencers logran comunicar como si fueran nuestros amigos, mostrando credibilidad. Siempre podemos mejorar la comunicación asertiva a nuestros clientes. Intenta integrar un plan influenciador a tus estrategias, si necesitas ayuda para indagar en los perfiles o manejar de manera excelente la comunicación a través de sus redes, asesórate de una empresa de Relaciones Públicas que te ayude a potencializar al máximo tu relación con los denominados microinfluencers.