Por Pato Robledo
Uno de los principios básicos para tener una buena comunicación es el saber escuchar (leer, investigar, aprender y cultivarse) para que efectivamente haya un dialogo en donde las opiniones que tengamos no sean únicamente por feeling o por seguir lo que digan los demás. Para esto es necesario dedicarnos tiempo a nosotros y nutrir nuestro conocimiento para que efectivamente podamos tener un crecimiento a través de un mayor aprendizaje y que una conversación sea realmente enriquecedora.
Hoy en día todos buscamos estar “conectados” con el mundo, y sin quererlo y sin pensarlo, estamos cada vez más en nuestros celulares. Te invito a que de manera muy sencilla revises cuánto tiempo pasas en tu celular. Sólo debes entrar en tu dispositivo y revisar en configuración el tiempo promedio que pasas al día y a la semana frente a la pantalla. En muchos casos, este reporte se te manda los domingos en automático en tus notificaciones. No te sorprendas si son más de 6 horas diarias o más de 40 horas semanales. Sin importar las horas que sean, estoy seguro de que será mucho más de lo que crees. Además, esta herramienta te permite no sólo ver el tiempo promedio diario y semanal, sino que te detalla cuánto tiempo lo pasas en redes sociales, cuánto destinas a ocio, creatividad, así como a educación, productividad, etc.
Si te pones a pensar un poco más allá de las 40 horas a la semana en promedio, llegarías a 160 horas mensuales, lo que equivale a 1,920 horas anuales, es decir, 80 días al año pegados al celular. Esto representa el 22% del año. Sin duda, es una cifra alarmante y definitivamente estoy convencido de que ninguno de nosotros queremos pasar tanto tiempo en el celular. Aunque al mismo tiempo, estamos conscientes de que es un “mal necesario” ya que facilita nuestro día a día en muchos aspectos al ser una herramienta de trabajo, de conexión, de dispersión, de entretenimiento, pero también de ocio. El uso del celular se puede convertir fácilmente en una adicción que nos lleva a tener problemas de vista, de insomnio, así como de depresión y principalmente a “desconectarnos” de nuestro entorno y nuestra realidad, a pesar de hacerlo para estar “conectados”. Todos los días al despertar revisamos el teléfono, al igual que antes de dormir, sin contar los cientos de veces que lo hacemos al día mientras caminamos, comemos, trabajamos, hacemos ejercicio, etc.
Por el contrario, la lectura en México es un hábito que desafortunadamente se ha ido perdiendo con el tiempo y cada vez es menor. De acuerdo con las estadísticas proporcionadas por la Secretaría de Educación Pública (SEP), los mexicanos leemos en promedio 5.5 horas1 a la semana y según un estudio del INEGI del módulo sobre lectura (molec) leemos 3.8 libros2 al año en este orden: 1. Libros de texto o escolares, 2. Periódicos y 3. Páginas, foros o blog digitales. Como puedes ver, es realmente lamentable ya que, en comparación con el uso del celular, destinamos lo de un día a toda una semana de lectura. El principal motivo que dan los mexicanos para no leer es la falta de tiempo y flojera. ¿En verdad puedes creer que no tenemos tiempo cuando le dedicamos 80 horas en promedio al celular al año?
Teniendo en mente que nuestro mundo cada día será más digital, es momento de replantear el uso de tus dispositivos para poder aminorar en la medida de lo posible esta situación. La idea no es estar en contra de la tecnología, ni de la tendencia digital global, ni de la misma dinámica del trabajo actual. La idea es tener un phone – life balance3 que no sólo nos reduzca la exposición a la pantalla, sino que nos dé la libertad de vivir y de cultivarnos de una manera más inteligente, de leer, de pensar y no sólo de dejarnos llevar para así poder tener una mejor historia, una comunicación bidireccional, un dialogo constructivo y opiniones fundamentadas.
Yo me considero un heavy user de las redes sociales, de manera personal y profesional ya que disfruto el compartir opiniones, escribir, así como compartir momentos personales de mi día a día. Sin embargo, tengo una regla básica (muy personal) la cual llevo aplicando desde enero de este año y sin duda me ha funcionado de maravilla: No entro al baño con celular (ni tableta, ni ningún otro dispositivo) y aprovecho ese momento para leer y hoy ya estoy en mi décimo libro. Es un momento clave donde no hay distracciones, estas sólo, tu concentración es al 100% y por lo mismo tu comprensión de la lectura es mayor. La idea de que no sea a través de un dispositivo electrónico es precisamente para evitar cualquier llamada, WhatsApp, correo, video, etc. que normalmente atendemos de manera inmediata.
Te invito a que hagas este pequeño ejercicio en donde no es necesario que te “hagas más tiempo” y en donde definitivamente no te puede dar flojera ni te podrás quedar dormido (eso espero). El resultado más allá del número de libros es el fortalecimiento de tu creatividad, imaginación, vocabulario, así como de tu análisis y comprensión que al final te darán mejores argumentos y una opinión fundamentada para tener una mejor comunicación tanto a nivel personal como profesional y contar mejor tus historias.
* Espero que no me hayas leído mientras estás en el baño.
Referencias
- Bieletto, G. (n.d.) ¿Cuánto leemos los mexicanos?. Retrieved from http://difusionfractal.upnvirtual.edu.mx/index.php/blog/242-cuanto-leemos-los-mexicanos
- García, A. K. (2018, October 27). ¿Cuántos libros se leen en México al año? Retrieved from https://www.eleconomista.com.mx/arteseideas/Cuantos-libros-se-leen-en-Mexico-al-ano-20181026-0075.html
- Motorola México (2018. May 7). ¿Cuántas horas al día pasas mirando tu smartphone? Retrieved from https://www.youtube.com/watch?v=gBxzBi7tD_E&feature=youtu.be